dc.description.abstract | Este artículo pretende estudiar el protagonismo de las manos en el cine
de Terrence Malick, y su capacidad para significar el lenguaje propio de la
persona humana. Algunos filósofos recientes afirman, en sintonía con el
pensamiento clásico, que la persona humana se distingue por una singular
apertura a cuanto le rodea y, de forma especial, a las otras personas,
con las cuales puede establecer vínculos profundos basados en el amor
recíproco y la intimidad compartida. Las películas de Malick, herederas de
una tradición cinematográfica que se remonta a Robert Bresson, tratan de
mostrarnos cómo las manos expresan esta apertura de la persona. Nuestro
estudio se centra en una selección de escenas de sus nueve largometrajes de
ficción, desde Malas tierras hasta Vida oculta, que retratan tres momentos del
desarrollo de la persona: ruptura, reconciliación y comunión.
This article aims to study the prominence of hands in the cinema of
Terrence Malick, as well as their capacity to signify the language peculiar to
the human person. Some recent philosophers affirm, in line with classical
thought, that the human person can be distinguished by a singular openness towards everything that surrounds her and, most notably, towards other
people, with whom she can establish profound ties founded on mutual
love and shared intimacy. The films of Malick, inheritors of a cinematic
tradition that goes back to Robert Bresson, try to convey how hands can
express this openness of the human person. Our study is focused on a
selection of scenes from his nine fiction feature films, from Badlands to A
Hidden Life, that portray three landmarks in the path of personal growth:
rupture, reconciliation, and communion. | es_ES |